Ir al contenido principal

El entorno cotidiano reproducido al infinito

 




Los libros tienen distintas maneras de llegar a mi casa. Siempre están las muy bienvenidas recomendaciones, los más buscados, los másrecordados y aquellos que se van abriendo camino de formasmisteriosas.

Uno llegó en la lista de lectura de bachillerato de uno de mis hijos, el otro en una lista de lecturas de verano. Ambos ‘recomendados’ para gente joven. Ambos me remitieron a la nueva narrativa de la generaciónque llaman millennial. No solo escrita por la generación sino para ellos.

Ambos me encantaron por el disfrute de una lectura sin aspavientos. A veces se nos olvida que la literatura puede ser eso, disfrute. Decidí leerlos sin saber nada de las autoras para que solo la trama me atrapara. Los terminé casi de una sentada. Terminados ahora sí me pusea la tarea de conocer todo sobre los libros.

Lo primero que me llamó la atención, al investigar, fue la gran cantidad de lectores que publican reseñas en las redes. Todo el mundo tiene una opinión y la hace saber nada más cierra la última página del libro. Incluso las reseñas van haciendo hilos paralelos a los libros. Se va haciendo una novela sobre la novela. El entorno cotidiano reproducido alinfinito.


Gente Normal


Así me enteré que, a la autora de Gente Normal, Sally Rooney, la llaman “la Salinger de la generación Snapchat". Otros se refieren a ella como la Jane Austen del proletariado. Nombres demasiado grandes para unaautora de 27 años.

¿Autoficción? Otra palabra grande. Novela personal,quizá sí. Narrada de forma lineal, lo curioso es que durante la novela no pasa demasiado. Casi nada. Una historia contada un millón de veces. Aun así, la cotidianidad de la trama atrapa. No es que Rooney hiciera leer a los millennials, es que los retrató perfectamente.


We Are AllCompletely Besides Ourselves


El otro libro del que quiero hablar Fuera de Quicio (We Are AllCompletely Besides Ourselves) de Karen Joy Fowler. Es una novela sobrela familia, el activismo. Más bien el activismo animalista. La relación quetenemos hoy con el entorno que nos rodea y cómo podemos sobrevivir ala tragicomedia que es la vida. Puede ser, como leí en varias reseñas, unthriller psicológico, pero también un ensayo científico. 

Un híbrido, seguro. ¿Pero no es eso lo que nos encanta de la literaturacontemporánea?"Una historia inspiradora que apela a la dignidad de los animales como reflejo de la dignidad de las personas. Una novela maravillosamente entretenida sobre las extrañas formas del amor, la familia y la nostalgia."Dos libros para sentarse con una taza de café y pasar de la tarde a la madrugada.

Millenials


Hablando de millennials y sus hábitos lectores (datos duros)Un estudio a nivel mundial llegó a la conclusión de que los millennials leen más que sus padres. De hecho, leen más que cualquier otro grupode edad. Son más propensos que cualquier otro grupo a visitar bibliotecas públicas. Contrariamente a la creencia popular, ellosprefieren los libros impresos a los digitales.

En México IAB y Nielsen, detallan que dentro del grupo el 49% de sus encuestados señalaron su gusto por la lectura tradicional de libros y sólo27% acude a plataformas digitales para esta actividad, mientras quepara 11% es indistinto.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Flores: la eternidad de lo efímero

  Pertenecen al Museo de Historia Natural de Harvard; son arte, ciencia, belleza y perfección, y son parte de la colección Blaschka, tan reales que en una fotografía no es posible distinguir que se trata de esculturas de cristal: 4 mil 300 modelos que representan 780 especies de plantas.   Si la naturaleza tiene 3 mil 800 millones de años de experiencia creando formas de vida que se adaptan a todos los ambientes, pregúntale al planeta, allí están todas las respuestas. Janine Benyu     Durante siglos los artistas han observado e interpretado la naturaleza. Una de ellas es Mary Delany, que a los setenta y dos años encontró en un pétalo la permanencia, no sólo de lo efímero, sino de su propio nombre en la memoria histórica. Al reproducir en un recorte de papel una flor, tal como ella la observó en ese momento, la preservó para siempre.  Delany es considerada como la precursora del  collage . Sus obras son reproducciones gráficas minuciosas del mundo natural que la rodea. Usa la precisión

Yo y Cuba, una lágrima, una risa

  Zoé Valdés, escritora cubana (La Habana, 1959) sin duda representa una de las voces más contundentes de la literatura de la isla. Escritora prolífica, debuta como poeta en 1982. Desde entonces cuenta con más de treinta obras publicadas entre novelas, poemarios,  guiones y textos cinematográficos.  En el 2013 gana el premio Azorín por su última novela, "La mujer que llora". La segunda entrega de una trilogía sobre figuras femeninas del surrealismo. Comenzó con La cazadora de astros en el 2007 que habla sobre la pintora Remedios Varo, pasando por la fotógrafa y pintora además de amante de Picasso; Dora Maar en "La Mujer que llora" y terminará cuando publique una novela sobre Lydia Cabrera "la más grande de las escritoras cubanas" En Zoé Valdés  encontramos el disfrute del lenguaje de la calle, del solar. Zoé que siempre trae  a Cuba puesta como una segunda piel.  ¿Se ablandan la yuca en Paris?  -Claro que se ablandan las yucas, ¡y el quimbobó también resba

El tesoro rojo

      No es el filósofo el que sabe donde esta el tesoro sino el que trabaja y lo saca.  Francisco de Quevedo Se sentaban en mi cama. Mira, por esta y hacía con la mano la señal de jurar. Lo sentía, el peso, el rechinido de la cama, niña que se me caían los calzones del susto, decía mi pobre abuela.  Si le hubiéramos creído otro gallo nos hubiera cantado. O no. Ya ni sabe uno. Resulta que eso de los tesoros es real y había uno enterrado en una casa de adobe que rentamos un día  Don Vic  y yo a las afueras de Puebla. Ni me acuerdo cómo fuimos a parar a ese pueblo que hoy será dizque muy bonito, pero en ese entonces eran tres calles de terracería y uno que otro ranchillo. Eso sí, mucha iglesia y campanario. La casa se estaba cayendo, si por eso nos fuimos. Si la niña les hacía tremendos hoyos a las paredes si se descarapelaban todas. Tenía su corral y una huertita. Todo era color adobe, sepia, tierra. Le sembré unos malvoncitos pero nunca se me dieron las plantas, no les tengo paciencia.