Ir al contenido principal

Reseña: La culpa la tienen los Tlaxcaltecas de Elena Garro

  


Anitzel Díaz   

 

No tuve tiempo de acabar mi pensamiento porque me hallé en el anochecer de México. Elena Carro

 

Laura, para huir de la cotidianidad y su aburrido esposo, crea una realidad alterna donde su amante es un indio que lucha durante la conquista. Nunca queda muy claro si es mexica, pero suponemos que sí, puesto que toda la culpa la tienen los Tlaxcaltecas, los que entregaron, según la historia aceptada, el gran imperio mexica a los pies de los españoles. 

 

El marido real, Pablo, está desdibujado en una realidad donde no cabe, o a donde ella, Laura, no lo invita a caber. Parece que el marido es un político de esos transparentes, en las paredes de un espacio que nunca queda muy claro.  En cambio en el amante indígena, su primo-marido, están todos los deseos de Laura, es valiente, es un héroe. Lucha por algo que cree. Da la vida por ello. 

 

Nacha, es su confidente, su consciencia. 

 

En cuanto a los espacios; la casa es sofocante, irreal, aunque justo es lo real (la cocina y el dormitorio). En cambio donde habita Laura con su primo-marido son espacios abiertos, muchos históricos. Al presente le corresponden: Ciudad de México del siglo XX. Al sueño, quizá pesadilla, la otra realidad que solo es de Laura, la que tiene que ver con la Conquista de Tenochtitlan: Cuitzeo, Tacuba y Chapultepec.

 

El tiempo; hay un contraste entre el presente, burgués occidental y el irreal mágico, histórico indígena.

 

El narrador es  omnisciente, aunque Laura tiene la voz cuando habita el otro, mundo, no mundo. Real-irreal. Cuando se desdobla en ese otro personaje que habita su mente. Por eso las comillas. El nivel de realidad es dual, hay dos dimensiones, queda a cargo del lector decidirse por uno. 

 

En el prólogo del libro leí que a Elena Garro no le gustaba que se refiriera a su literatura como mágica, pero creo que el sueño le queda bien, la magia es más aceptable, la realidad es anodina y la ahoga.    

 

Intertextualidad: el cuento hace alusión a varios mitos entre ellos el de la Princesa Hapunda que vivía en el Lago Cuitzeo y con sus lágrimas, por haber perdido a su amado, entrelazaba el agua del lago con los ríos que circundan la región. De ahí que sea justo en ese lago donde se presenta al lector con el personaje del primo-marido. Del amante deseado. 

 

En el cuento hay sangre, hay traición (de Laura, de la Malinche, de los Tlaxcaltecas…), hay culpa. Hay México. 

 



Elena Garro

 

 Elena Garro (1920–1998) fue una destacada escritora, dramaturga y periodista mexicana. Nació el 11 de diciembre de 1920 en Puebla, México, y falleció el 22 de agosto de 1998 en Cuernavaca, México. Es conocida por su contribución significativa a la literatura mexicana y su exploración de temas relacionados con el feminismo, la injusticia social y la crítica política.


La obra de Garro a menudo abordaba las complejidades de la sociedad mexicana, y su estilo de escritura se caracterizaba por una mezcla de realismo mágico y comentario social, lo que la convirtió en una figura importante en la tradición literaria latinoamericana. Estuvo asociada con el movimiento literario "La Onda" en México durante las décadas de 1950 y 1960, que buscaba romper con las normas literarias tradicionales y experimentar con nuevas formas de expresión.


Algunas de las obras más destacadas de Elena Garro incluyen:


"Los recuerdos del porvenir": Esta novela, publicada en 1963, es una de sus obras más conocidas. Incorpora elementos de realismo mágico para explorar las vidas de los habitantes de un pueblo mexicano durante un período de agitación política y social.


"Andamos huyendo Lola": Esta novela, publicada en 1980, sigue la historia de Lola, una mujer que está huyendo, mientras navega por una sociedad llena de injusticia y peligro.


Cuentos cortos: Garro también era conocida por sus cuentos cortos, que a menudo exploraban temas como la dinámica familiar, los roles de género y las complejidades de las relaciones humanas.


Además de sus logros literarios, Elena Garro participó activamente en la política mexicana. Estuvo casada con Octavio Paz, un destacado escritor y diplomático mexicano que ganó el Premio Nobel de Literatura. Sin embargo, su matrimonio fue tumultuoso y ambos estuvieron involucrados en círculos políticos e intelectuales que a veces generaban conflictos.


Las obras de Garro continúan siendo estudiadas y apreciadas por su contribución a la literatura mexicana y latinoamericana, así como por su exploración de temas sociales a través de un estilo narrativo único.


La culpa es de los Tlaxcaltecas es un cuento corto escrito por Elena Garro, escritora mexicana, publicado en 1964 en el volumen La Semana de Colores.​ 


 

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Flores: la eternidad de lo efímero

  Pertenecen al Museo de Historia Natural de Harvard; son arte, ciencia, belleza y perfección, y son parte de la colección Blaschka, tan reales que en una fotografía no es posible distinguir que se trata de esculturas de cristal: 4 mil 300 modelos que representan 780 especies de plantas.   Si la naturaleza tiene 3 mil 800 millones de años de experiencia creando formas de vida que se adaptan a todos los ambientes, pregúntale al planeta, allí están todas las respuestas. Janine Benyu     Durante siglos los artistas han observado e interpretado la naturaleza. Una de ellas es Mary Delany, que a los setenta y dos años encontró en un pétalo la permanencia, no sólo de lo efímero, sino de su propio nombre en la memoria histórica. Al reproducir en un recorte de papel una flor, tal como ella la observó en ese momento, la preservó para siempre.  Delany es considerada como la precursora del  collage . Sus obras son reproducciones gráficas minuciosas del mundo natural que la rodea. Usa la precisión

Yo y Cuba, una lágrima, una risa

  Zoé Valdés, escritora cubana (La Habana, 1959) sin duda representa una de las voces más contundentes de la literatura de la isla. Escritora prolífica, debuta como poeta en 1982. Desde entonces cuenta con más de treinta obras publicadas entre novelas, poemarios,  guiones y textos cinematográficos.  En el 2013 gana el premio Azorín por su última novela, "La mujer que llora". La segunda entrega de una trilogía sobre figuras femeninas del surrealismo. Comenzó con La cazadora de astros en el 2007 que habla sobre la pintora Remedios Varo, pasando por la fotógrafa y pintora además de amante de Picasso; Dora Maar en "La Mujer que llora" y terminará cuando publique una novela sobre Lydia Cabrera "la más grande de las escritoras cubanas" En Zoé Valdés  encontramos el disfrute del lenguaje de la calle, del solar. Zoé que siempre trae  a Cuba puesta como una segunda piel.  ¿Se ablandan la yuca en Paris?  -Claro que se ablandan las yucas, ¡y el quimbobó también resba

El tesoro rojo

      No es el filósofo el que sabe donde esta el tesoro sino el que trabaja y lo saca.  Francisco de Quevedo Se sentaban en mi cama. Mira, por esta y hacía con la mano la señal de jurar. Lo sentía, el peso, el rechinido de la cama, niña que se me caían los calzones del susto, decía mi pobre abuela.  Si le hubiéramos creído otro gallo nos hubiera cantado. O no. Ya ni sabe uno. Resulta que eso de los tesoros es real y había uno enterrado en una casa de adobe que rentamos un día  Don Vic  y yo a las afueras de Puebla. Ni me acuerdo cómo fuimos a parar a ese pueblo que hoy será dizque muy bonito, pero en ese entonces eran tres calles de terracería y uno que otro ranchillo. Eso sí, mucha iglesia y campanario. La casa se estaba cayendo, si por eso nos fuimos. Si la niña les hacía tremendos hoyos a las paredes si se descarapelaban todas. Tenía su corral y una huertita. Todo era color adobe, sepia, tierra. Le sembré unos malvoncitos pero nunca se me dieron las plantas, no les tengo paciencia.