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Mostrando entradas de abril, 2014

Juan de Pareja -El esclavo que pintaba

Juan de Pareja fue esclavo del pintor Diego Rodríguez de Silva y Velázquez (1599-1660), quien vivió en la corte del rey español Felipe IV. El retrato de Juan de Pareja, obra del mismo Velázquez, fue adquirido por el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York en 1975 por una cantidad de 5.5 millones de dólares, entonces el precio más alto jamás pagado por una pintura. La valoración actual del cuadro es de 120 millones de dólares. Esta obra excepcional con la figura del esclavo de origen moro —quien servía a Velázquez como asistente en su taller— fue pintada en Roma, y se exhibió al público bajo el pórtico del Panteón romano en marzo de 1650. El cuadro La pose, el decoro, la altanería en las facciones moras del personaje son fascinantes. La pintura está realizada con una soltura, una experiencia y una maestría que solo Velázquez pudo haber logrado. Salió de un instante; casi de una pincelada. Es el Velázquez más puro: la pincelada libre y precisa, sabia, heredada de Tizi

OSCAR ORAMAS Corto exposición Veo menos pero huelo mejor

OSCAR ORAMAS Corto exposición   Veo menos pero huelo mejor  

Stravinsky, La Consagración de la Primavera

Stravinski fue un compositor y director de orquesta ruso, uno de los músicos más importantes y trascendentes del siglo XX. En 1913 estrena el Ballet La Consagración de la primavera En 1910, durante la primavera, Stravinsky tuvo una visión efímera: "Vi en mi imaginación un rito pagano solemne: los ancianos sabios, sentados en un círculo, observando a una muchacha que baila hasta morir. La están sacrificando para propiciar al dios de la primavera."  El ballet La Consagración de la Primavera se inició en el verano de 1911 y terminado el 8 de marzo de 1913. El estreno fue dirigido por Pierre Monteux en París, el 29 de mayo de 1913.  Un periódico de la época publicó: "La audiencia se comportó como debe ser; rebelándose de inmediato como una plebe tumultosa. La gente se reía, abucheaba, silbaba, siseaba imitaba el ruido de los animales… El escándalo terminó en una batalla campal". El día del estreno estaban presentes: Pablo Picasso, Marc

Ted Hughes, animal y poeta

Quizás cuando nos encontramos deseando todo, es porque estamos peligrosamente cerca de no desear nada Sylvia Plath “E n la cama él huele a carnicero”, así se expresaba Assia Weevil de su amante Ted Hughes. No hay imagen más grotesca que un hombre viniendo a la cama con olor a sangre, a sudor, pero Weevil se refería más al carácter de Hughes; a esa insaciable lujuria, a su constante necesidad de atención. De talento innegable, poeta maldito y magnífico, se vio siempre opacado por la novela que fue su vida y sobre todo por la obra de su esposa Sylvia Plath. De Plath se ha escrito mucho. Símbolo inequívoco del feminismo, es importante porque tuvo la valentía de expresar sus sentimientos con una sinceridad estremecedora. En su diario escribe (17/VII/57): “Escribiré hasta que empiece a escribir sobre mi yo verdadero.” Fue víctima de un mundo machista; de un marido que la abandonó; de la locura; del perfeccionismo obsesivo con el que vivió. Como Medea también su figura provoca cierto grado d