Desde su origen en 1890 y hasta 1999 el inmueble donde ahora se encuentra el Centro de las Artes San Luis Potosí Centenario fue una penitenciaría.
Este edificio, que ha sido denominado monumento histórico, sufrió una sutil intervención, en el 2005, con base en los conceptos de diseño arquitectónico de la época en que fue construido. Manteniendo el estilo sobrio y frugal de la prisión.
El reto para su rescate fue romper con la carga ideológica de la edificación por medio de la arquitectura. Convertir un sitio construido para privar la libertad en un centro asociado a la identificación del hombre con su cultura y el reconocimiento del valor testimonial como evidencia de herencia histórica.
Cuando una edificación se adapta como museo, o centro cultural, su preservación y valor debe ser garantizado. Así mismo la conservación del edificio debe prevalecer sobre el uso del mismo con una misión específica. Así se apuesta por la cultura como elemento central del desarrollo social.
El punto de partida de la transformación, realizada por el Arquitecto Alejandro Sánchez García y su equipo, fue respetar el concepto más importante de la construcción llamado panóptico. Esta estructura desarrollada a partir de las ideas del filósofo inglés Jeremy Bentham, consiste en una estrella en cuyo centro se ubica la torre de control de los vigilantes. Su principal función es tener dominio visual y acceso controlado a todos los espacios; esto también se puede apreciar en en el llamado Palacio Negro de Lecumberri, hoy Archivo General de la Nación.
En las más de cuatro hectáreas de superficie y más de 33 mil metros cuadrados construidos se han integrado galerías, talleres, jardines y espacios exteriores. En un futuro se destinará un espacio de residencia para estudiantes y maestros de los municipios de San Luis Potosí.
Las crujías son talleres, las celdas espacios de exposición. Los altos muros crean sombras escultóricas que se mezclan con los jardines. Un gran espejo de agua es una pieza sonora. El metal y los colores ocre conforman un espacio mínimo visual donde la vista choca con la iluminación inherente del ambiente . La luz natural, los jardines y los espacios exteriores son elementos fundamentales del diseño del nuevo centro cultural.
En cuanto al sistema de iluminación, más allá del aspecto estético y de la capacidad de sistema de iluminación para crear ambientes y sensaciones en el público que acude a una sala de exposiciones, existe una función primordial en la elección del tipo de iluminación y sistema de control de la misma.
El arquitecto estuvo asesorado por un equipo multidisciplinario conformado por arquitectos, restauradores, ingenieros, iluminadores, pintores, fotógrafos, paisajistas y urbanistas. Parte fundamental del proyecto fue el uso de tecnología LED para callejones y jardines.
En el Centro de las Artes de San Luis Potosí se integra música, teatro, danza y artes visuales además de que cuenta con talleres, galería multimedia, sala de cine, biblioteca especializada en bellas artes, foro al aire libre y una zona comercial.
Así una antigua prisión en el centro de la Ciudad de San Luis Potosí ha dado la oportunidad al arquitecto Sánchez García de sumergirse en la historia, una vez más, y ha regalado a la ciudad un espacio de reunión para los amantes de la cultura.
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