Alguna vez leí que Georgia O´Keeffe había sido de las primeras mujeres en ser exhibida en el Metropolitan Museum of art, esto es en haber cruzado el umbral del museo sin estar retratada en un cuadro. Cierto o no, las Guerilla Girls, han denunciado en numerosas ocasiones que en 1989 menos del 5% de artistas en la sección de arte moderno en un recinto museístico eran mujeres; para el 2005, esta cifra había descendido al 3%. El último conteo apunta al 4% en relación con el 76% de los desnudos que son femeninos.
O´Keeffe logra estar dentro del pequeño porcentaje por su talento. Sin denuncia, sin estridencia. La mayor parte del tiempo pintando flores, la naturaleza, lo cotidiano. Quizá la estridencia venga en esa realidad exaltada y magnífica, incluso sensual, de sus cuadros.
Musa, pintora, artista, nunca reniega de su condición de mujer, la resalta, la retrata, la dibuja, la pinta. No se debe negar el profundo significado femenino de su obra. De manera quizá inconsciente se convierte en un ícono de la lucha feminista, no por la lucha en sí, sino por haber logrado habitar el mundo del hombre. Es la primera en tener un museo dedicado a una artista en Estados Unidos, The Georgia O’Keeffe Museum, que contiene 1149 de sus obras. Todavía en el 2014 una de sus obras Jimson Weed/White Flower No. 1 1932 rompe record en una subasta y se vende por $44.4 millones de dólares. Siempre subrayando que se trata de estadísticas para una artista femenina. Curiosos pero al hablar de su trabajo frecuentemente mencionaba: "A los hombres les gusta decir que soy una de las mejores pintoras (mujeres) a mí me gusta creer que soy de los mejores pintores". (Chadwick, Mujeres, Arte y Sociedad, 303).
Su infancia y adolescencia transcurrieron en un entorno rural. En 1905-1906 estudió en la Escuela de Arte del Instituto de Chicago, bajo la dirección de John Vanderpoel. En 1907 se trasladó a Nueva York, donde siguió las clases de la Art Student League y conoció el arte europeo (Rodin y Matisse) a través de sus visitas a la galería 291 de Stieglitz. En 1912 estudió en la Universidad de Virginia en Charlottesville.
Mientras trabajaba como profesora de arte en Carolina del Sur en 1915 , O'Keeffe comenzó una serie de pinturas abstractas al carbón que la harían famosa. Alfred Stieglitz, fotógrafo y galerista (se convertiría en esposo y mayor promotor de Georgia), recibe los dibujos y decide exponerlos. O'Keeffe también inspira a Stieglitz , que produce varias series fotográficas de ella, muchas de desnudos.
En 1953 visitó Europa por primera vez y empezó a viajar mucho; los viajes en avión le aportaron nuevas imágenes: rascacielos con nubes y vistas aéreas del territorio. Ganó numerosos premios y realizó exposiciones en los Estados Unidos.
Su primera retrospectiva fue organizada por el Whitney Museum of American Art de Nueva York en 1970. Seis meses después, se quedó parcialmente ciega y dejó de pintar, hasta que su asistente y amigo Juan Hamilton la convenció para que retomase su trabajo en 1975, aunque hizo pocas obras hasta su muerte.
Reconocida como una de las fundadores del modernismo americano, O'Keeffe ganó una posición central en la conducción de los círculos de arte entre los años 1910 y 1970. También se afirmó como un importante precursora de artistas feministas de la década de 1970. Su fuente más persistente de inspiración fue la naturaleza y el paisaje, el cual pintó de manera figurativa o abstracta. Cuando se le preguntaba al respecto a menudo comentaba "Dios me prometió que podría tener esa montaña si la pinto con bastante frecuencia" (Scott, Siguiendo los pasos, 20). (Scott, Following in the Footsteps, 20).
Fuentes . (biografías y vidas) http://www.biografiasyvidas.com/biografia/o/o_keeffe.htm
http://www.tate.org.uk
http://www.metmuseum.org
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