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Los siete actos de misericordia



 
“El teatro no puede desaparecer porque es el único arte donde la humanidad se enfrenta a sí misma.” Arthur Miller 
 


(Escrito durante la pandemia) 
Anitzel Díaz
 
En la pantalla un muchacho demacrado mira desesperado a la cámara y grita ¡esta es mi casa! Es mía. La próxima escena muestra un foco con sangre, un bate de béisbol tirado. Sigue una toma cerrada de un cuadro de Caravaggio; dar posada al necesitado, es un acto de misericordia. 
 
El teatro como una reflexión contemporánea del pasado, dos momentos unidos por una pluma y un pincel. La modernidad ahogada por un grito de desesperación, la codicia abarca la pantalla completa. El drama que destila una obra de arte. No como representación del destino sino como destino de la representación. El personaje como espejo de la realidad. 
 
En marzo del 2020 un grupo de 5o grado de bachillerato iba a estrenar la obra de teatro Los siete actos de misericordia, dos días antes, el país entró en confinamiento. Una obra que habían estado preparando por seis meses quedó en suspenso. Hoy más de un año después, próximos a su graduación y habiendo pasado su último año en la escuela encerrados, pudimos ver la obra. Los alumnos la grabaron, cada uno separados en sus respectivos espacios, cada uno le dio vida a su personaje. Monólogos acompañados por ecos, inventaron escenografías, buscaron música, obras de arte, editaron y finalmente compartieron el resultado. 
 
Un mosaico de soledades que se integró en una gran pieza, como la de Caravaggio en la que está basada la puesta en escena.  Al final sumaron los momentos que habían pasado juntos mientras ensayaban; dirección, maquillaje, vestuario, tramoya, luces... El último momento es un grito silencioso que reverbera covid. 
 
Un acto de misericordia y esperanza es que por fin esto se termina, es que recibirán una vacuna y podrán empezar a vislumbrar ese futuro que tenían en pausa. 
 
La obra 
 
Ver Nápoles y después morir.
 
 
“Tienes que ser duro para ser amable. Eso es lo que he aprendido de ti, abuelo. Resistente, intrépido y fuerte. Así que eso es lo que voy a ser”. Mickey 
 
 
La obra transcurre en dos tiempos. El primero, en Nápoles, 1606, el propio Caravaggio trabaja en un retablo de gran formato, mientras lucha con sus demonios. El Segundo; en la época actual en Liverpool, Bootle, un trabajador portuario jubilado está a punto de ser desalojado de la casa en la que ha vivido toda su vida. Mientras su comunidad se desintegra, él a través de lo único que le queda, un libro de arte intenta abrir los ojos de Mickey, su nieto, a la vida que enfrenta. El cuadro que aparece en el libro es el que Caravaggio está pintando: Siete obras de misericordia. Conforme la obra transcurre, de la mano del pintor, surge su creación; a la par que Mickey se ve inmerso en la belleza y tragedia de su comunidad mientras avanza realizando uno a uno los actos de misericordia.
 
“La mejor manera de escribir una obra de teatro es obviamente tener una gran historia con buenos personajes, humor y un diálogo interesante; todas las cosas que quieras decir son mucho más fáciles de entender. La gente no solo quiere escuchar un mensaje, quiere entretenerse”. Anders Lustgarten dramaturgo
 
 
 
 El retablo
 
Hay que mirar largo rato el cuadro para descubrir a cada personaje. La Luz, las sombras, la oscuridad, la paleta; todo en el gran retablo grita Caravaggio. Se siente la fuerza, la desesperación. 
 
 
Entre los personajes de lado derecho vemos a dos hombres que trasladan un cadáver envuelto en un sudario, uno alumbra la escena con una vela, es un sacerdote, el otro lo sostiene por los pies. A lado de ellos, casi encima, una mujer amamanta con su pecho a un viejo entre rejas y dirige la mirada a un grupo de hombres. Uno medio desnudo, dos dialogan, otro agarra un manto y un último bebe. En la parte superior está la virgen con el niño con dos querubines uno a cada lado.
 
“Tiene una escala increíble, y fue la primera pintura que hizo después de haber matado a alguien. Fue un punto interesante en su carrera y el estilo es diferente: crudo, sombrío e intenso. La pintura es naturalmente dramática y usó modelos cotidianos con los que interactúa y se conecta. Una vez más, es un dispositivo de encuadre brillante: la idea de los siete actos modernos de misericordia que anima el corazón contemporáneo es una historia poderosa”. Anders Lustgarten dramaturgo 
 
El retablo es la imagen principal del altar mayor de la iglesia "Pio Monte della Misericordia" en Nápoles.



Los autores 
 
Caravaggio llegó a Nápoles el 6 de octubre de 1606. Huyendo de Roma tras asesinar a Ranuccio Tommasino en una disputa por un partido deportivo. 
 
Genio atormentado, loco, violento, homosexual… Artista que siempre luchó entre La luz y la oscuridad.  
 
Anders Lustgarten, dramaturgo, activista político, atleta profesional. Maestro; ha enseñado en el corredor de la muerte, fue arrestado por la policía secreta turca (de hecho, ha sido arrestado en cuatro continentes diferentes por su activismo) tiene un doctorado en política china por Universidad de California. 
 
Un acto de misericordia
 
La misericordia puede entenderse como la capacidad de ponerse en el lugar de otro, revivir en él las emociones del otro y, en particular, sufrir por sus padecimientos. Durante la pandemia hemos sido testigos de que a pesar de que parecía estar triunfando la indiferencia ante el otro la misericordia se abrió un camino expedito. Ejemplos muchos: donar sangre anónimamente; llamar a una persona que vive sola todos los días, hasta enseñar al que no sabe como manejar redes sociales.

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