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El plástico, los desechos y la ausencia de belleza


Detalle de la portada de la revista 'National Geographic', junio 2018


En su último libro, Sally Rooney escribe: “Los seres humanos perdieron el instinto de belleza en 1976, cuando los plásticos se convirtieron en el material más extendido.” Hoy es imposible imaginar el mundo sin el plástico; sólo hace falta levantar la vista en donde quiera que se esté para contar al menos diez artículos hechos con ese material.

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Las redes virtuales están pobladas de imágenes de animales muriendo con pedazos de deshechos, islas enteras de productos creados por el hombre, rompecabezas enteros con la ausencia impresa de la naturaleza. Vivimos en un planeta artificial. Pesa más todo lo producido por el hombre: edificios, carreteras, basura, plásticos, juguetes y un largo etcétera, que todos los animales, plantas y humanos.


Con el fin de crear conciencia sobre la importancia de reducir el consumo y de encontrar un uso alternativo a todos los desperdicios, artistas de distintos países se han dado a la tarea de crear obras con mensajes ecológicos y sociales, hechas precisamente con basura. Hay quienes incluso consideran este tipo de “arte reciclado” como la expresión artística de la evolución en la función de los materiales.


En junio de 2018, el artista mexicano Jorge Gamboa ilustró la portada de National Geographic para su reportaje principal, “Un mar de plástico”. La imagen es sencilla pero fulminante: una bolsa de plástico flotando en el mar. “Básicamente la idea está inspirada en la frase ‘la punta del iceberg’ y una serie de elementos detonantes que se encontraban en mi cocina (un refrigerador + un garrafón de agua + bolsas de plástico)”, comenta el artista.


Las bolsas de compras plásticas, que eran una novedad en los años setenta, hoy son omnipresentes. El polietileno con el que están hechas se creó por accidente en una planta química en Northwich, Inglaterra, en 1933. Actualmente tenemos que lidiar con 8 mil 300 millones de toneladas de este material, apunta el reportaje de National Geographic.





Chris Jordan, fotógrafo y activista estadunidense, basa su trabajo en obras de gran formato que suelen estar conformadas por miles (¡o millones!) de objetos que demuestran y denuncian el consumismo brutal de la sociedad actual, transformada ya en una “sociedad de desecho”. El artista considera la basura como devastadora por su significado, pero fascinante por su “belleza intolerable”. Sus piezas son traducciones plásticas de las frías cifras de las estadísticas sobre consumismo, problemas sociales y adicciones en su país, que pretenden crear un shock en el espectador para detonar su proceso de reflexión.


“No hace tanto, con mi mujer lavábamos los pañales de los chicos. Los colgábamos en la cuerda junto a los chiripás; los planchábamos, los doblábamos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar. Y ellos... nuestros nenes... apenas crecieron y tuvieron sus propios hijos se encargaron de tirar todo por la borda (incluyendo los pañales)”, escribe el uruguayo Marciano Durán.


Hoy, cerca de setenta y cinco por ciento del plástico generado por la pandemia de Covid-19, como mascarillas, guantes y botellas de desinfectante para manos, se han convertido en desechos que llegarán a vertederos y mares, con un grave costo para el medio ambiente y la economía, alertó en un comunicado Naciones Unidas.





Maria Cristina Finucci no concibe el arte si no cumple una función social. Su proyecto The Garbage Patch State está por completo consagrado a denunciar el problema del cambio climático y la contaminación por plásticos. Su propuesta es multidisciplinar y va desde el performance hasta la fotografía y las instalaciones. Su proceso creativo está abierto a la participación externa.


En 1973 un reportaje australiano pronosticó el fin del mundo por contaminación para 2040. Con base en una investigación del Instituto de Tecnología de Massachusetts, una de las computadoras más grandes del mundo calculó la fecha. Los datos procesados alertaron sobre el crecimiento de la contaminación como factor de riesgo para la humanidad.

Publicado en La Jornada Semanal

Anitzel Díaz



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